14.7.09

Memorias del desarrollo

Bueno, no sé si amerite un post, pero ya que mi hermanita nos regala con historias del subdesarrollo, aquí les va una noticia del desarrollo que me acaba de dejar pasmada (¡hasta dónde es otro planeta!)
Fui a Basilea a un congresillo, y el último día me acordé de sacar mi cámara de la maleta para tomar algunas fotos del centro medieval de la ciudad. Como iba medio dormida, se me olvidó la cámara en el tranvía. Me di cuenta ya muy tarde y como era sábado no había manera de averiguar si alguien la había entregado en cosas perdidas o qué. De todos modos me dieron un teléfono al que hablo hoy martes en la mañana. La señorita muy amable, me da otro teléfono para preguntar, y sobre todo me recomienda dar parte de objeto perdido por internet. Allá voy a relllenar el formulario "qué se le perdió, dónde y cuándo, a qué dirección quiere que se lo mandemos"... Inmediatamente recibo un mail de confirmación, y la noticia de que hay dos posibles objetos que coinciden con el mío. La descripción de uno es idéntica: cámara Canon, plateada, en estuche negro, y la fecha coincide. No quepo en mí de asombro: estos suizos sí están demasiado cañones. Porque a todo esto el sistema presupone que la gente por lo común va ir a entregar las cosas perdidas a las autoridades (!!!) A eso añádanle la red de información que permite conectar encontrados con perdidos, más la disposición logística de que te lo puedan enviar por correo a tu casita (por una cierta cuota, claro). No, no, no!
Claro que luego el objeto que coincidía había sido encontrado en Zurich, así que descartaron que fuera mi cámara. Yo ya los quería convencer de que era perfectamente posible que hubiera ido a dar allá en tranvía, y que me la mandaran igual (total, aunque fuera otra, salíamos a mano). No cuajó. Creo que son mundos distintos, y nunca jamás vamos a estar así.

22.4.08

Rothko

Ayer fui a una exposición de Rothko. Rothkowitz. Un señor parecido medio a Groucho Marx, de pelo negro rizado, bigotito, lentes...
Y ese hombre ¿cómo fue capaz de encontrar colores que todavía no tienen nombre? y que lastiman los ojos de tan brillantes, te sumergen de tan profundos?
Además llegan de sorpresa. Después de ver sus cuadros Kirchner-Picasso-no sé qué, de colores tierras, grises, rosa viejo (vale, era la guerra), de repente el hombre se suelta derritiendo atardeceres, a heredar a Monet y sus lirios, a imitar al Kandinsky fantástico, hasta descubrir sus ventanas, sus horizontes propios.
Algunos cuadros eran de colecciones privadas, anónimas. Pensé al despedirme que nunca los volvería a ver. Y preferí no comprar posters ni postales, para no olvidarlos.
Y esos cuadros dan paz. Me preguntaba por qué. Es lo horizontal, es la impresión de ser una tinta absorbida por el lienzo lentamente... todas esas capas que tienen y que de algún modo inconsciente transmiten calma, sedimentación sin prisa... En alguna esquina de la exposición había una frase de Rothko diciendo que debería haber capillitas por todo el país donde el caminante pudiera sentarse ante un solo cuadro a meditar una hora. Ajá. Esa es la idea entonces. Sí son cuadros meditativos.

Lo más fuerte, un golpe, fue leer que ese hombre, capaz de esos colores, de esa vida, se había matado. A los 67 años.

Por qué, Rothko? por qué? cómo es posible? Igual dolor que ante Van Gogh.

Los últimos tres cuadros de la exposición eran horizontes gris sobre negro, paisaje partido en dos mitades. Como un paisaje lunar, como un mar de niebla en la noche... recordaban inmediatamente al monje ante el mar de Friedrich, pero también por asociación a los cuervos del holandés y al perro de Goya y al perro de Turner... Desolación. Vacío. Nada.
Curiosamente su negro sobre negro es tan majestuoso, tan elegante, que dice mucho, que contiene todos los colores en su pátina. Brilla. Pero estos últimos tenían un carácter tan distinto! dejaba ver las pinceladas, los entretonos de un gris rendido, quieto. El último reflejaba verdaderamente el vacío en el que está un astronauta que se suelta de su estación y queda flotando... como en el cuento de Andersen sobre el paraíso perdido.

14.5.07

Gratitud

Este blog lo empecé una noche que había oído por primera vez a Robert Spaemann (alias el Hombre Esperanza). ¿Quién hubiera pensado que "andando el tiempo" iba a participar en un simposio-homenaje por sus 80 años? Del 11 al 13 de mayo de 2007 en la abadía de Neresheim en Baden-Würtemberg. Fue una experiencia tan fuera de lo común que me tiene triste que haya pasado tan rápido. Pero agradecida profundamente por haber estado ahí. Filosofía honesta, cordial, amistosa, crítica, inteligente, apasionante. Algo así como la Academia de Platón o el Jardín de Epicuro. Y ver a los discípulos reunidos en torno al maestro con gratitud y para seguir aprendiendo de él y compartirlo con otros. Dos días que no olvidaré. Por cierto que no vi a nadie tomar fotos y es una lástima, pero por lo mismo tendré que guardar fotos mentales.

5.5.07

Pequeños milagros

Una vez tuve un cuadernito en el que me propuse escribir sólo pequeños milagros de los que fuera testigo. Ese cuadernito se perdió por ahí pero hoy me pasó uno, y aquí va. Me sentía mal, asqueada de mí misma por no trabajar, y a la vez desanimada y físicamente mal. Me fui a buscar una farmacia de guardia y no tuve más remedio que ir caminando porque llovía y no sabía exactamente dónde estaba, había que recorrer una callle larga buscando ese número. Así que allá me fui y poco a poco me fue ganando la belleza de una tarde nublada y tranquila, fresca y floreada (primavera). Olía a gloria. Y me fui reconciliando con la vida. Después de la farmacia y la pastilla que necesitaba, decidí volver caminando para seguir absorbiendo la paz de la tarde. Iba de lo más campante observando todo y pensando que hace falta caminar para ir a paso lento absorbiendo con los sentidos (la bici es genial pero sí un poco demasiado rápida para eso). De pronto por el rabillo del ojo vi la palabra "Eck" en un anuncio y en un nanosegundo lo asocié con mi amigo Alexander Eck. En ese mismo instante, casi ni me dio tiempo a asociar, oigo "Marcela!" y la voz de Alexander. Me doy la vuelta y se había materializado ahí mismo. Fue genial. Y como íbamos para el mismo rumbo, porque resultó además que vive cerca de mi casa, y los dos queríamos pasar al super (y al super bio), allá nos fuimos. Fue un encuentro sorpresa en un momento perfecto -no podría decir lo necesitaba, porque sería algo anhelado y no puro regalo- digamos que recibir un cómplice así sin planearlo coronó la tarde.

La creatividad como don

An artist does not belong to himself and must not be proud. There is no reason to be proud; on one hand this talent is in fact not yours (it is God who gave it to you), on the other hand, one's talent must be used to serve others. It is an enormous responsibility. At the end of your life, you have to return ten, a thousand times more, a million times... I am always amazed by people who are proud of their own talent. I simply don't understand.

Andrei Tarkovski


yo: la cosa es que para regresar diez o mil veces más de lo que recibiste te tienes que arriesgar a vivir, incluso a perder lo recibido. En la parábola de los talentos se castiga al que entierra el talento por miedo, al que se queda sentado con tal de no arriesgar, de no equivocarse, escondido y seguro.

17.4.07

Ni uno ni otro

Funny, it's not a miracle (or it does not feel like one, which is perhaps the way miracles feel) and it's definitely not a drug, but it goes on.
Mal schauen.

6.1.06

Fassbender & Rausch, Schelling, Muc80801

The miracle drug:
Fassbender & Rausch, Schelling, Muc80801

¿Plagio?

Vaya, hemos encontrado un blog que utiliza nuestro nombre... jejeje.
Me encantó "mi" blog. Wow... wow. Qué emoción. (Traté de añadirle un link con este blog primigenio de maerz pero no pude: no sé si te avisarán de éste).
Really: a miracle drug to slow down my beating heart.
http://maerzdesvosges.blogspot.com/

7.1.05

Paradojas

Como es año nuevo (one week old), empiezo otra vez con mi propósito para este blog. Se trata de pensar la paradoja del cristianismo, entre otras cosas.