14.7.09

Memorias del desarrollo

Bueno, no sé si amerite un post, pero ya que mi hermanita nos regala con historias del subdesarrollo, aquí les va una noticia del desarrollo que me acaba de dejar pasmada (¡hasta dónde es otro planeta!)
Fui a Basilea a un congresillo, y el último día me acordé de sacar mi cámara de la maleta para tomar algunas fotos del centro medieval de la ciudad. Como iba medio dormida, se me olvidó la cámara en el tranvía. Me di cuenta ya muy tarde y como era sábado no había manera de averiguar si alguien la había entregado en cosas perdidas o qué. De todos modos me dieron un teléfono al que hablo hoy martes en la mañana. La señorita muy amable, me da otro teléfono para preguntar, y sobre todo me recomienda dar parte de objeto perdido por internet. Allá voy a relllenar el formulario "qué se le perdió, dónde y cuándo, a qué dirección quiere que se lo mandemos"... Inmediatamente recibo un mail de confirmación, y la noticia de que hay dos posibles objetos que coinciden con el mío. La descripción de uno es idéntica: cámara Canon, plateada, en estuche negro, y la fecha coincide. No quepo en mí de asombro: estos suizos sí están demasiado cañones. Porque a todo esto el sistema presupone que la gente por lo común va ir a entregar las cosas perdidas a las autoridades (!!!) A eso añádanle la red de información que permite conectar encontrados con perdidos, más la disposición logística de que te lo puedan enviar por correo a tu casita (por una cierta cuota, claro). No, no, no!
Claro que luego el objeto que coincidía había sido encontrado en Zurich, así que descartaron que fuera mi cámara. Yo ya los quería convencer de que era perfectamente posible que hubiera ido a dar allá en tranvía, y que me la mandaran igual (total, aunque fuera otra, salíamos a mano). No cuajó. Creo que son mundos distintos, y nunca jamás vamos a estar así.